Another Love Story

Y el amor es algo tan hermoso cuando estás enamorado, y tan horrendo cuando acaban de romperte el corazón. Algo que te hace tan feliz, pero también puede hacerte sufrir mucho. Te hace fuerte, y a la vez, muy vulnerable.

A veces puedes llegar a pensar que ya no quieres enamorarte más, pero sí quieres, pero quieres un amor que dure, que no te hiera, que no te deje un sabor amargo en la boca al marcharse de tu vida, eso quieres.

Vivir sin amor, es como no vivir. Es maravilloso sentirse enamorado de alguien, te cambia el mundo, cada día es maravilloso, perfecto, solo porque él/ella existe. Pero más maravilloso es sentirle el amor correspondido. Es dar, y recibir a cambio. Es saber que la persona que amas, también te ama. Es realmente, un sentimiento maravilloso. Mientras todo vaya bien.

Pero, ¿que pasa cuando todo acaba? ¿cuando te rompen el corazón sin escrúpulo alguno? ¿O que a pesar de que traten de terminar contigo con toda la delicadeza posible, sientas como si te acuchillaran justo en el corazón? Créeme, no quieres saber que se siente.

No quieres pasar por eso, ¿quién querría?. ¿Por qué querrías pensar que esa persona nunca te amó, no tanto como tú creías? ¿Por qué querrías saber que se siente ser abandonado/a por  una de las personas que más amas?

Es como morir, pero no del todo, es como dejarte media viva para que sufras el resto de tus días. Esa persona se va, tal vez para no regresar jamás, llevándose consigo un pedazo de tí, que no recuperarás.

Dicen que todo llega a su fin, que nada es para siempre, pero no tiene porque ser así. Es así porque nosotros permitimos que así sea, es porque nosotros, seas tú o tu pareja, deciden terminar con lo que tienen. Con todo ese amor que han compartido todo ese tiempo. 

¿Por qué , en algún momento, llegamos a querer terminar 

con lo más hermoso que nos ha pasado? 

Pero a pesar de todo, seguimos intentándolo, ¿cierto?
Seguimos buscando a la persona que de verdad quiera seguir adelante con nosotros, a pesar de los problemas, de los obstáculos. Que a pesar de nuestros defectos, de nuestras locuras, de los malos ratos con nosotros, siga amándonos como la primera vez.