Y poco a poco, cuanto más tiempo pasaba con ella, Carlos empezó a enamorarse nuevamente de ella. Ese sentimiento intenso y agradable que hacía un tiempo había empezado a olvidar, aún seguía en su interior, y al verla, al compartir tiempo con ella y sentirla cerca, volvió a surgir.
Carolina se esforzaba por llamar su atención, para que él la mirará a ella y a nadie más. Al principio parecía no tener resultado, pero gracias a su obstinación todo fue cambiando. Él empezaba a mirarla, a buscarla, a llamarla y pedirle para salir cada vez más seguido. Carlos seguía saliendo con aquella chica que había conocido hacía ya un par de semanas, pero no sentía algo especial por ella, y aunque así fuera, Carolina tenía algo especial, algo que no encontraba en ninguna otra chica, algo que lo hacía amarla intensamente.
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