La Decisión: Universidad.

Ok, lo admito. Sí quiero. -Afirmó Carolina con voz decidida. Pero ella no se estaba refiriendo a una cosa como un nuevo celular, una nueva prenda de ropa ni nada por el estilo. -Sí quiero ir a la Universidad. -dijo- Pero no a cualquier universidad. Quiero ir a la privada. 
- Aquella que tiene una carrera con las materias que sí quiero. Aquella que se concentra en enseñarme lo que quiero aprender. Aquella que me permite graduarme de lo que realmente quiero. Aquella que, entre otros muchos grandes beneficios, me permite cursar un semestre en el exterior mi cerrera y de paso mejor el idioma que estoy aprendiendo. Es perfecta.
- Te olvidaste mencionar que también es aquella que está muy lejos pro encima de nuestro presupuesto -dijo seria la madre de Carolina.
- ¡Por supuesto que ya lo sé!. Pero jamás he querido algo tanto en mi vida. No sé por qué, pero de repente todo es claro. Y me doy cuenta que esto es realmente lo quiero. Éste carrera, en esa Universidad. Cuatro años, no me importa, porque será estudiando algo que me gusta. Hay que estudiar mucho y  esforzarse, lo sé, pero prefiero estudiar mucho y esforzarme en algo que sí me guste; en lugar de ir a la Universidad pública a estudiar Traductorado Publico lleno de materias innecesarias en las que no estoy interesada como Derecho y otras. Claro, a un traductor público le servirán. ¡Pero yo no quiero ser traductora pública!. Quiero ser solo traductora, de lo que yo quiera, preferiblemente libros, aunque sea más difícil de lo que parece, no importa prefiero eso, al menos yo tomé la decisión.
- Todo suena muy bien, de verdad que sí. Pero aún no me has dicho cómo vamos a pagar esto. Incluso aunque te pusieras a trabajar tu trabajo no te daría lo suficiente, y estando en una universidad privada necesitas la mayor parte de tu tiempo para estudiar, así que ni siquiera sería una buena opción. Lo siento, Caro, pero no creo qu---Carolina la interrumpió bruscamente.
 -¡Los tíos! Ellos pueden ayudar. Si le pido a la tí Gloria, y al tío Julio, a ambos por separado que ayuden a pagar un tercio de la cuota por mes, será algo. ¡Mucho, en realidad!. 
- ¿Estás loca? Es decir, Gloria, sí, podría cooperar tal vez. Pero, ¿Julio?, digo, el no es el gran problema, si no más bien su esposa, tu tía Cathy, quién no es muy generosa es esas cosas. Y sabés bien que no nos llevamos bien...
- Pues tendrán que empezar. Si quiera fingí una sonrisa, má. Necesitamos su ayuda, lo sabés.
- ¿Por qué no simplemente vas a la universidad pública como planeamos al principio?. Capaz que no es tan mala como pensás.
- Mamá. No quiero pasar cuatro largos años de mi vida estudiando algo que no me gusta, para conseguir un titulo de algo que no me interesa, para trabajar de algo que no es lo que quiero. No, definitivamente no.
- ¿Y que hay con la prueba de admisión?
- ¿Qué hay con ella?
- La prueba de la privada es el doble de difícil. ¡No estás preparada!
- Pues tengo hasta marzo para prepararme. Por favor, mamá. DE VERDAD quiero estudiar en esta universidad.
- Ya no se trata de lo que TÚ quieres. Primero: el dinero, llama a tus tíos, convencelos. Jamás les has pedido nada. Y mucho menos dinero. Deberían aceptar. Pero con tus tíos, nunca se sabe cómo van a reaccionar. Segundo: estudiar. De nada sirve el apoyo financiero de tus tíos si TÚ no pones voluntad y estudias.
- Pero entre estudiar y aprobar hay una diferencia...
-¡No importa! Lo único que podés hacer ahora es estudiar. Estudiar mucho. Practiamente te quedarás sin verano y vacaciones.. Af, ni siquiera una beca te podemos pedir..., con esas malas calificaciones tuyas de bachillerato.
-Bueno, yo jamás pensé en ir a la Universidad privada. Siempre estuvo fuera de nuestros planes, jamás creí que podría aplicar. Pero ahora repentinamente me parece todo tan obvio.- Finalizó Carolina mientras las dos se quedan pensando cómo iban a hacer para hacer realidad este sueño.